lunes, 16 de enero de 2017

Los psiquiatras encuentran en el intestino una nueva vía ante la depresión.

Probada la relación entre la flora bacteriana y el nivel de serotonina.

El intestino o ‘segundo cerebro’ condiciona el estado de ánimo más de lo que se pensaba. De hecho, sus derivaciones nerviosas, muy profusas, implican un alto nivel de serotonina en sus células, una sustancia relacionada con el estado de ánimo y que es la diana de muchos antidepresivos.

Ahora, una investigación en ratones ha probado que esta última está regulada, en el intestino, por la cantidad y calidad de la flora bacteriana o microbiota, que activa los receptores celulares conocidos como TLR2 y condiciona, así, la secreción de la serotonina.

Como primera conclusión, se deduce que los niveles de esta importante sustancia secretada por el propio organismo dependen, en buena medida, del estado de la flora bacteriana del intestino, lo que abre las líneas de investigación para unir el cuidado del aparato digestivo con el tratamiento de las enfermedades mentales.

El estudio lo han llevado a cabo científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de la Universidad de Zaragoza, quienes han utilizado para ello cultivos celulares y ratones.

De la depresión a la enfermedad inflamatoria entérica

El hallazgo, publicado en Plos One, surge a medida que científicos de todo el mundo se esmeran para comprender las interacciones complicadas entre el “mundo invisible” de la microbiota en el cuerpo y el impacto que tienen en la salud e incluso en los estados de ánimo.

“Hemos comprobado que la proteína TLR2 altera la disponibilidad de serotonina, importante en una amplia gama de enfermedades como la depresión o la enfermedad inflamatoria intestinal”, han revelado los investigadores.

“Sin embargo, necesitamos entender mucho más acerca de la relación entre la microbiota en el intestino y sus interacciones, antes de que podamos crear tratamientos más efectivos”, han señalado.

Fuente: redaccionmedica.com 03/01/2017